miércoles, 21 de enero de 2015

Yo habría terminado durmiendo en el cuartel

No, no y no. Esto no puede quedarse así.

Si yo hubiese huido los funcionarios me hubiesen detenido a la carrera sin dejarme llegar a casa. Si yo hubiese golpeado con mi coche al coche de un policía autonómico estaría aun pagando los desperfectos con mi salario. Si yo hubiese tirado la moto de un guardia urbano al suelo habría pasado la noche en el cuartel y hoy tendría pendiente alguna cuenta con la justicia.

Y esta vieja aristocrática consentida se va a ir de rositas porque un juez no ve que halla uniformidad en las declaraciones de los policías que asistieron al asunto. Ha bastado que uno de los policías declarase que no era consciente de que estuviesen persiguiendo a un coche fugado para que el juez no vea swlito en lo que la sexagenaria hizo.

De nada sirven las imágenes que demuestran que el coche policial persiguió a la carca hasta la misma puerta de su casa. Ni las grabaciones de audio de la policía dando parte de la huida. Tampoco han servido las propias declaraciones de la presidenciada en los medios al día siguiente en las que ella misma reconocía que la policía no la dejó marchar y que ella tomó la iniciativa de irse pese a la negativa de los guardias. Tampoco debió ver al coche de policía corriendo tras ella con las luces dadas. Y cuando llegó a su casa le debió parecer normal dar un golpe con su coche a un coche de la policía y esconderse en su casa como si de un conejo que huye de un halcón se tratase.


Mientras que para el resto de los mortales la declaración de un miembro de la policía supone un plus de veracidad que se le niega al resto, el instructor del caso de esta señorona afirma que "existen  dudas serias acerca de la credibilidad de estos". Toda una declaración favorable a quien wn wl futuro desee desacreditar a nuestras fuerzas de seguridad.

Incluso llegó a acusar a los policías de machistas y malintencionados.

http://www.20minutos.es/noticia/2104855/0/esperanza-aguirre/multa-explicaciones-declaraciones/fuga-moto/

Esta mentirosa debería haber terminado en la comisaría aquél mismo día, hoy debería tener cuentas pendientes con la justicia y dentro de unos meses debería ser juzgada por desobediencia. Mientras que la ley española es igual para todos los españoles resulta que los juzgados y sus decisiones no lo son. Como dijo alguien esta justicia es más igual para unos que para otros.

Esta mantenida por todos lo sabe y de ello hace demostración en sus excesos. Me la imagino en las pasadas cenas de navidad vanagloriándose ante sus amistades de haber hecho todo lo que hizo a sabiendas de que no le pasaría nada, sabiéndose impune e incuestionable. Las diferencias entre esta energúmena y el chorizo callejero cazado in fraganti por los policías ese que se mofa ante su víctima de que entrará en la comisaría por una puerta y saldrá por otra sin que le pase nada, son que ésta no ha pasado ni siquiera por la comisaría.

Ahora que por fin los políticos están empezando a ver asomar las orejas al lobo en cuanto a lo que los ciudadanos les reclaman en sus funciones públicas parece ser que lo mismo les ha llegado la hora de ver esas mismas orejas a los jueces.

No señor. Esto no puede terminar así.

viernes, 9 de enero de 2015

Alli donde nace la corrupción

La gran diferencia entre una dictadura y una democracia es que la dictadura no necesita de la corrupción para que quien ostenta el poder lo haga de manera injusta. A ningún dictador le hace falta recurrir a la corrupción para enriquecerse, le basta con modificar la ley para obtener lo mismo y de esa forma todo lo que hace lo hace en un estado de derecho, que no es más que un estado donde se hace cumplir la ley, sea esta justa o no.

Pareciese que ahora descubrimos la mayoría de los españoles que no todo lo que es legal nos parece ético. Incluso empezamos a pensar que hay algunas cosas que ni siquiera tiene sentido que sean legales ya que la línea de la ética la sobrepasan considerablemente y se pueden encontrar razones para convertirlas en delito.


Pues bien, hemos dejado con nuestra dejadez que robar el dinero de los contribuyentes no sea delito, hemos dejado que robar forme parte del estado de derecho así que no miremos a otra parte cuando buscamos responsables de que algunos chorizos no estén pudriéndose en la cárcel en vez de estar madurando con Jaguars en el garaje y selfies con políticos corruptos. Mirémonos el ombligo a ver qué encontramos. Encontraremos que hemos dejado que en la empresa de todos sea legal pagarse viajes a ver a la novia a cargo del dinero de todos los españoles. También hemos dejado que un partido político cuyos últimos 4 tesoreros han sido acusados e incluso sentenciados por corrupción siga siendo uno de los principales partidos políticos nacionales. Igualmente hemos dejado que con el dinero que se debía pagar la formación de los desempleados se costeasen putas, drogas y juergas, eso sin entrar en gastos menos vergonzantes pero no por ello menos ilegales a ojos de todos.

De todos menos de nosotros los españoles, que hemos visto como esas cosas sucedían y no hemos hecho nada.

Ya es hora de que hagamos algo. Digámonos las cosas a la cara, vayamos al espejo, miremos hacia la figura que éste nos devuelve y carguemos contra ella por las cosas que cualquiera que le conociese bien le podría echar a la cara. Sólo cuando hagamos ese ejercicio de purga podremos empezar a exigirles a los demás que sean verdaderos ciudadanos de un estado democrático.

jueves, 8 de enero de 2015

No demos a Dios lo que es del Cesar

A raíz del atentado sucedido entorno al Charlie Hedbo estoy leyendo comentarios dirigidos a señalar a los dirigentes políticos pero especialmente religiosos, como los responsables últimos de lo sucedido, como si de un problema de manipulación de masas se tratase. Conviene recordar que en ciertas sociedades, política y religión siguen teniendo una estrechísima relación hasta el punto de que es la religión la que marca las decisiones gubernamentales más cotidianas.

Todas las religiones antiguas tienen preceptos que son contrarios a la actual forma de entender el mundo, incluida por supuesto la cristiana, y normalmente no pasa nada especial por ello. El problema nos llega cuando unos pocos deciden que la mejor manera de conseguir sus propios objetivos es la de convencer a todos los demás de que en los preceptos religiosos se encuentra la justificación para todo, incluido cualquier acto violento.

 De las religiones antiguas más seguidas en la actualidad las únicas que aun contemplan abierta y públicamente esa justificación son la musulmana y la judía. No hacemos bien al cerrar los ojos a esta realidad creyendo que si actuamos contra ella estaremos cometiendo un acto de xenofobia. Si somos suficientemente adultos para darnos cuenta de si descuidamos nuestras obligaciones como ciudadanos a la hora de involucrarnos en la política del país deberíamos serlo igualmente para saber que debemos posicionarnos con respecto a estos asuntos y, si llega el caso, corregir a quienes están actuando violentamente justificando sus actos en su religión.

 Cada vez estoy más convencido de que la acciones que hace tiempo algunos gobiernos impusieron y que fueron criticadas por otros como prejuicios religiosos, tales como prohibición del velo en lugares públicos, prohibición del velo en los colegios, prohibición de las ablaciones... todas ellas están justificadas, y lo que es más, son absolutamente necesarias. Una cosa es respetar las creencias religiosas y otra distinta es aceptar que es juicioso aceptar cualquier precepto religioso, incluido los que afectan a alguien más que a uno mismo. Si una creencia sobrepasa el ámbito de lo privado para saltar a lo público tiene todo el sentido que sea la sociedad la que de su visto bueno a la decisión de permitir poner en práctica dichos preceptos religiosos. Es en ese momento en el que vemos que, dado que sociedad somos todos, es necesario que todos nos involucremos en respetar cualquier creencia al tiempo que, si es necesario, hagamos el mismo esfuerzo en corregir cualquier hecho que la sociedad no acepte de buen grado.

 Sí, son unos pocos los que manejan los hilos de las religiones, son pocos los que manipulan a las masas, pero éstas son formadas por millones de personas, todos nosotros, que deberíamos comportarnos como personas racionales que somos, actuar en consecuencia y combatir las soflamas que están llevando a unos ya no tan pocos a matar según su criterio. Que nadie escurra el bulto en algo tan importante como esto, sí, unos pocos manipulan pero los tiros los dan los manipulados y nos los dan al resto que no estamos respondiendo como deberíamos. Al Cesar lo que es del Cesar, a Dios lo que es de Dios.