martes, 31 de diciembre de 2013

Ispain is diferen

Hasta hace 30 años el resto de europeos nos miraban a los españoles con la curiosidad típica de lo exótico, lo auténtico, lo rural. “Ispain is diferen” se decía que decían cuando hablaban de nosotros. Por lo visto lo hacían pensando en cosas como la manera de tomarnos la vida, nuestra forma de ser, la calidad de nuestras playas, nuestro clima o nuestra comida. Hoy en día dicen que dicen exactamente lo mismo sólo que ahora ya sabemos que lo que realmente dicen se escribe "Spain is different" y que ahora lo dicen pensando en asuntos tales como nuestro insostenible nivel de paro, nuestra elevada deuda, nuestro exageradísimo nivel de fraude a la hacienda pública o nuestra corrupta casta política. Si no sabes de lo que hablo echa un vistazoal artículo Yo soy español, español, español... versión 2013

Curiosamente, pese que para la mayoría de los europeos cumplo con esa imagen, ser un español medio no me convierte en una mala persona a ojos del resto de la sociedad española. Seguramente porque una gran parte de la sociedad participa también de estas cosas que nos critican y que sabemos son práctica común entre nosotros.

Pero eso no quiere decir que lo que hacemos esté bien. No lo está y somos conscientes de que cada vez que lo hagamos estaremos perjudicando al resto de la sociedad en la que vivimos y por ello nos estaremos perjudicando a nosotros mismos.

Ese es mi presente y ese ha sido mi pasado, pero eso no me deslegitima para querer cambiar el futuro. He decidido que mi futuro empieza hoy, ya, ahora mismo. Lo primero que haré será empezar el cambio por mí mismo. La solución no es pedir a papá Gobierno que haga leyes para que me impida caer en esas prácticas que he llevado hasta hoy día, para más tarde encontrar la manera de evitarlas. La solución está en que yo tenga claro el tipo de sociedad en la que quiero vivir y que, en base a ello, cambie mis ideas y acciones y así pueda mejorarla. La solución continua porque justo después de empezar por mi mismo reclame lo mismo a quien convive conmigo para que juntos exijamos a su vez lo mismo a los nos rodean. Así entre todos podremos impulsar el cambio de esta sociedad que claramente hace aguas en su concepto más básico.

Pero todo esto no podrá llevarse a cabo si no conseguimos que los políticos cumplan con esa idea de sociedad. Hago hincapié en los políticos porque ellos son los que tienen la sartén por el mango. Por nuestras propias leyes son ellos los únicos que ostentan el poder de cambiar las cosas. Nos mienten, dicen que en democracia el poder reside en el pueblo pero ellos han hecho lo imposible para conseguir que no sea así. Han relegado en el pueblo la capacidad de elegir al que está en el poder pero desde el momento en que los elegidos no ajustan sus políticas a sus promesas electorales están quitándonos el derecho a decidir lo que queremos que sea este país y se lo están quedando ellos. ¿Qué poder decidir sobre lo que conviene a mi sociedad tengo si aquel al que elijo en representación mía hace lo contrario de aquello por lo que le elegí?

No nos engañemos, la guerra de clases llevada a cabo en el siglo XX está muy lejos de haberse acabado y nada cambiará en este país si los políticos no cambian antes. No sólo hablo de un cambio de actitud, hablo de un cambio de personas. Dado que los privilegios que tienen son muchos y muy atractivos y que sus actitudes y acciones distan mucho de demostrar que apoyan ningún cambio social que altere su actual estatus, mucho me temo que no bastará con pedirles amablemente que dejen sus puestos para que otros nuevos los ocupen. Además ellos ostentan también el poder judicial ya que eligen a los jueces que tienen la última palabra en los asuntos más importantes, con lo que rompen la división de poderes necesaria para que este sistema que tenemos pueda funcionar correctamente. Como también controlan el sistema electoral no es admisible eso de que “crea un partido y preséntate tú, a ver qué consigues”. Hablamos de organizaciones mafiosas, sería demasiado decir que siguen siendo partidos políticos, que reciben enormes cantidades de dinero público para sus campañas, capaces de conseguir muchísimo más dinero por las aportaciones de sus “benefactores secretos” y capaces de sacar decenas de millones de euros en contabilidad B con la que jugar sucio. ¿De veras alguien se cree que alguien presentarse a competir con ellos en unas elecciones en igualdad de condiciones? No se que me hace pensar que los políticos no están por la labor de que nada de eso pase y que si queremos que algo cambie deberemos obligarles a que lo dejen. Pero si lo hacemos debemos ser conscientes del paso siguiente, deberemos obligar a quienes los sustituyan a que cumplan con lo que se esperaba de estos y que no han cumplido. Y lo más importante de todo es que debemos ser conscientes de que quien más tendrá que trabajar para que todo eso se cumpla somos nosotros mismos, que nos debemos obligar a seguir nuestras reglas autoimpuestas y deberemos velar por obligar a los demás y en especial a quien nos gobierna a que las cumplan. No puede volver a pasar que nos desentendamos de nuestra obligación de ciudadanos a participar activamente en lo que nos atañe a todos y a ejercer el control sobre quien gobierna.

Podemos hacer dos cosas. Podemos dejar que la situación siga igual que está y que a España se la reconozca internacionalmente por ser sospechosa de hacer trampas en todo, hasta en las victorias de nuestros deportistas, o tratar de cambiarlo para que volvamos a estar orgullosos  de ser “DIFFERENT”.








España versión 2013

Este artículo lo he copiado en su gran mayoría de uno que encontré por Facebook. Aun así, como todo lo que encuentro por la vida, le he modificado para que se ajuste a mi forma de ver la situación. Dado que no conozco al autor original del texto no lo cito pero desde aquí sí le agradezco que haya redactado estas líneas y me disculpo si no le hace gracia que lo modifique y lo comparta desde aquí.


España versión 2013


1. Que un antidisturbios te pegue injustificadamente no es delito. Que alguien lo grabe y lo difunda sí lo es.

2. Que un banco rescatado te desahucie no es delito. Ocupar una sucursal bancaria rescatada con dinero de todos y protestar por sus desahucios: hasta seis meses de prisión.

3. Cargarse la sanidad y la educación públicas no es delito. Interrumpir el transporte público: hasta dos años de prisión.

4. Que la policía abuse de su autoridad y emplee la violencia no es delito. Resistirse a la autoridad: hasta cuatro años de prisión.

5. Que los políticos agredan con sus reformas a millones de personas no es delito. Que una persona visite la calle de un político y le grite lo que opina de él: hasta seis años de prisión.

6. Incumplir el programa electoral por el cual ha sido votado un gobernante y mentir sistemáticamente en repetidas ocasiones no es delito. Exigir al político que cumpla con su trabajo o dimita: inútil.

7. Desfalcar al estado con adjudicaciones a dedo a cambio de “donaciones” y llevar una contabilidad B durante años no es delito. Decir que por ello este país es una mierda: Hasta 30000 euros de multa.

8. Ser hija del Rey y decir que uno no sabe lo que firma para escapar de una acusación de fraude no es delito (ni siquiera imputable). Decir que por ello la corona es una pestilente y anacrónica banda de chupópteros profesionales podría costarte una pena de 24 meses de prisión.

9. Liquidar la ley de dependencia y dejar sin recursos a gente que no se valen por sí mismos no es delito: Ejecutar un aborto con el consentimiento de una madre sin recursos para hacerse cargo de un futuro individuo dependiente: 1 a 3 años de cárcel.

10. Consentir la manipulación de precios en el sector energético durante años (hasta que comenten un error flagrante y la población se entera) y tener en sus consejos de administración a multitud de ex diputados que cruzaron la puerta giratoria no es delito: Manipular el contador para que no haga la lectura correcta del consumo: 1 a 6 años de prisión por delito de estafa.

Y todavía habrá quien siga gritando con orgullo aquello de "yo soy español, español, español...".








Yo soy español, español, español... versión 2013

Yo conozco a un español que sistemáticamente defrauda a Hacienda.

Yo conozco a un español que pide sus facturas sin IVA.
Yo conozco a un español que hace sus facturas sin IVA.

Yo conozco a un español que cobra en B.
Yo conozco a un español que paga en B.

Yo conozco a un empresario español que tiene a gente trabajando sin contrato.
Yo conozco a un trabajador español que pide trabajo pero no quiere que le hagan contrato.

Yo conozco a un español que trabaja por su cuenta y no paga autónomos.
Yo conozco a un español que trabaja y está apuntado al paro al mismo tiempo.
Yo conozco a un español que se organiza laboralmente para poder vivir el mayor tiempo posible de subvenciones y no de su trabajo.

Yo conozco a un español que tiene propiedades alquiladas y no declara lo que cobra por ellas.
Yo conozco a un español que siempre veranéa de alquiler y nunca ha pedido factura de su pago.

Yo conozco a un español que escrituró su vivienda por mucho menos de lo que pagó por ella.
Yo conozco a un español que vendió su vivienda y declaró haber cobrado mucho menos de lo que cobró por ella.

Yo conozco a un español que...

Ese español… ¿Soy yo? ¿Eres tú? ¿Es mi vecino? ¿Es el tuyo?

Sinceramente… ¿A cuántos españoles conoces que se ajustan a alguna de esas situaciones?

¿Es como para sentirse orgulloso de ser español?









martes, 30 de julio de 2013

¿Qué más ha de pasar?

Un mundo dirigido para satisfacer los deseos de menos de un 0.1% de la población mundial.
Un continente en declive que ya no cree en los ideales que le mantuvieron a salvo de guerras y unido durante medio siglo anterior.
Un pais donde cumplir a rajatabla con la ley es de palurdos.
Un estado donde la división de poderes jamás tuvo efecto y donde ahora a la justicia ni se la ve ni se la espera.
Una sociedad entregada al manejo de sus partidos políticos.
Unos partidos con políticos entrenados para fomentar el clientelismo.
Unos políticos al servicio de las fuerzas económicas y no de a quienes representan.
Una economía con más de un 25% de paro.
Un paro producido en buena parte por pérdidas importantes en derechos laborales.
Unos derechos pisoteados en pro de mantener satisfechos a los mercados.
Unos mercados que han colapsado tras desmanes producidos por los cambios legislativos hechos a espalda de los ciudadanos.
Unos ciudadanos que han pasado a ver en riesgo lo poco que han conseguido tras años de esfuerzo, sus casas hipotecadas.
Unas casas hipotecadas que están sirviendo para justificar el desvío de ingentes cantidades de dinero hacia los responsables de este colapso.
Un colapso producido por unos cuantos bancos dirigidos por potentados que se dedican a jugar a ver quien gana más haciendo menos.
Unos potentados que han puesto su mirada sobre los pocos servicios públicos que el estado presta.
Unos servicios públicos que van camino de desaparecer para beneficio de menos del 0.1% de la población mundial.

¿Qué más ha de pasar para que los ciudadanos del España reaccionen?