miércoles, 29 de enero de 2014

Fin de la amenaza. Comienza el trabajo.

Al fin se ha hecho una realidad el deseo de muchos, el intento de privatización de la sanidad pública de Madrid se ha ido al traste. El Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha retirado su plan y el Consejero de Sanidad, Fernández-Lasquetty, ha dimitido de su puesto. Tras meses de lucha laboral, social y judicial se retira el plan que entregaba a empresas privadas la explotación de nuestra salud.

En contra de lo que el PP defendía con esta reforma privatizar el sistema sanitario no es la mejor forma de conseguir una mejora de calidad y un menor coste económico. La lógica nos dice que si una empresa privada puede conseguir un nivel de calidad X a un coste Y a la vez que obtiene unos beneficios Z un gestor público debería poder conseguir lo mismo y usar al mismo tiempo los supuestos beneficios Z para seguir mejorando el sistema. Con el mismo coste se conseguiría la mejora del sistema o bien por ahorro al no haber beneficio alguno para ninguna empresa privada o debido a la inversión del dinero no gastado. Con la gestión privada no hay esa posibilidad, no olvidemos que su intención al entrar en el negocio es buscar beneficios económicos para ellos y no beneficios sanitarios para todos. Además hay que decir que el sector privado funciona razonablemente bien en cuanto a ajustes de costes y beneficios cuando existe competencia y en este tema no la hay. Las empresas que creen un hospital no van a tener otro al lado compitiendo por los clientes así que el asunto terminaría en monopolio. Cualquier intento de privatizar el sistema actual resultará en un empeoramiento del servicio ya bien sea en forma de pérdidas de puestos de trabajo, en falta de recursos o en una asistencia acelerada y de baja calidad. Eso o un mayor coste.


Esta marcha atrás en el proyecto debe suponer una alegría para todos. Estaba en riesgo una sanidad pública que, si bien tiene serios problemas de financiación y también de límites en su capacidad de atención a los ciudadanos, es una sanidad de un nivel altísimo, tal y como reconocen todos los organismos internacionales que tienen relación con la sanidad. Todos ellos coinciden en que tenemos lo mejor de lo mejor que se puede conseguir en sanidad y que lo conseguimos a un precio muy inferior a lo que otros países consiguen por una sanidad muy inferior.

Bien, y ahora que ya no se va a privatizar ¿qué? Tenemos un problema con la sostenibilidad del sistema luego algo hay que hacer. Si el PP considera que es posible hacer una sanidad igual que la que tenemos pero más barata con una gestión más efectiva ¿a qué espera para hacerlo? ¿Acaso no se suelen poner ellos como ejemplo de lo que es saber llevar adelante una buena gestión? ¿Porqué necesitan entonces poner a terceros a realizarla? A ver si es que no van a ser tan buenos gestores.  

Las déficits de la sanidad no van a desaparecer por arte de ánimo popular así que se impone iniciar medidas que ayuden a cambiar esta situación. Aquí van mis propuestas:
  1. Maximizar la amortización de las instalaciones. Tenemos enormes instalaciones vacías al tiempo que creamos nuevas que también quedarán vacías. Esto de crear hospitales sin medida ya se ha acabado con la crisis pero falta darle el mejor uso posible a lo que ya existe.
  2. Mejorar la productividad de los trabajadores. Hay muchas cosas a hacer. La mayoría se podrían llevar a cabo con todo el estamento del trabajador público.
    1. Control del horario del personal. No son pocos los servicios médicos que tienen serios problemas para cumplir con sus horarios de consulta, tanto para comenzarlas a tiempo como para terminarlas pasados de hora.
    2. Introducir sistemas de incentivos. No se puede valorar de la misma forma a un médico que consigue curar a sus pacientes con uno que no lo hace. Igual para el resto del personal.
    3. Ampliación de horarios. Hay que hacer que todo el personal público trabaje en jornadas de mañana y tarde. No se puede seguir permitiendo que el sistema tenga un horario tan reducido porque ciertas categorías tengan jornada exclusiva de mañana y así que las tardes haya que pagarlas en forma de guardias.
    4. Control de los tiempos de ingreso y de consulta.  Estos se han de ajustar a lo estrictamente necesario para sanar al paciente. Ni más NI MENOS. Pocos gerentes realizan un seguimiento de este tema.
    5. Mantener en funcionamiento el máximo de tiempo posible las instalaciones y el aparataje del que disponemos. No tiene sentido disponer de salas y salas de aparatos de radiología, gimnasios de rehabilitación, quirófanos, etc... y que estos estén vacíos e inactivos desde las 3 de la tarde hasta la mañana del día siguiente.
    6. Mejorar la coordinación de los profesionales. Los quirófanos son un ejemplo de descoordinación. Éstos, incluso con las intervenciones ya programadas, pasan demasiado tiempo vacíos con tiempos muertos casi siempre por la falta de alguno de los profesionales que han de actuar durante la intervención
  3. Universalizar la información clínica. Es increíble que tengamos DNIs digitales y que una misma persona tenga información individual en cada centro sanitario que le ha atendido y que no puede ser consultada entre centros. Es imprescindible unificar y universalizar la información para evitar errores y repetición de pruebas y atenciones.
  4. Revisar el gasto farmacéutico. Es inaceptable que en el 2014 aun estemos recetando cajas de medicamentos a sabiendas de que sobrarán pastillas que terminarán en la basura. La gestión de fármacos por dosis unitaria hace tiempo que está instaurada en los Hospitales. ¿A qué esperamos para ponerla en práctica en las farmacias al nivel de la receta?

También un buen gestor económico podría hacer grandes mejoras:

  1. Centralizar las compras, como poco a nivel de CCAA. Si elementos como las gasas, los pañales o las jeringuillas son idénticos entre distintos centros ¿porqué se compran de manera individual? ¿Acaso no se podrían hacer comprar masivas que rebajasen los precios? Además ese tipo de compras obligarían a hacer concursos públicos en muchas cosas que hoy en día están escapándose del control al que están obligadas las compras públicas por las malas praxis de los gestores.
  2. Es necesario que el paciente sea consciente de lo que cuesta su salud. La entrega de la factura sanitaria al paciente no es una acción que directamente genere mejoras en los costes pero el que no sabe lo que le cuesta algo tiende a despreciarlo.
  3. No se pueden seguir construyendo más y más edificios sanitarios a la vez que los que ya se tienen van vaciándose. Ya hemos visto que no podemos hacerlo todo al gusto de todos así que por una vez Mahoma tendrá que ir a la montaña.
  4. Fomentar la transparencia en los procedimientos de compra. Esto ha de ir unido a una reducción de las gestiones a realizar en estas operaciones. No se consigue ahorrar dinero en las compras si éstas son largas y tediosas de realizar e influyen negativamente en las cargas de trabajo de múltiples personas.
  5. Desarrollar un sistema de reutilización de los recursos obsoletos. La gestión de la baja del material inventariable de los centros públicos es una gestión compleja y dilatada que no reporta ningún beneficio. Por ejemplo, la sustitución de equipos de radiología, de material informático o de equipos de monitorización por unos nuevos no suele llevar acompañada ninguna recuperación de la inversión realizada en los equipos que se sustituyen. Ni siquiera es fácil la donación de dicho material a ONGs. La norma es que de ese dinero no se recupera nada.
Seguramente hay muchas otras cosas más que hacer pero con que sólo se hiciesen algunas de esas que comento se conseguiría un gran impacto en el sistema que se debería notar en los costes.

Hay mucho por hacer. Si pensamos que la Sanidad pública está bien tal y como está estaremos cometiendo un serio error que no nos podemos permitir. La revisión del Sistema Sanitario es primordial y para eso hacen falta verdaderos gestores de lo público, no mercachifes que entreguen el negocio a amigos que sólo buscan interés económico explotando nuestra salud. La sociedad ha conseguido pararles. Es ahora cuando realmente empieza el trabajo duro.




domingo, 26 de enero de 2014

Test de inteligencia

Marque el número de la respuesta correcta.

¿Qué debería ser más urgentemente erradicado en una sociedad que se dice del primer mundo?
  1. Gente protestando quemando los contenedores de basura.
  2. Gente buscando comida en los contenedores de basura.

¿Quien es el que más violencia genera?
  1. El que sale a la calle a descargar su ira por no tener qué comer y saber que el culpable de su situación está esquiando en Suiza.
  2. El que provoca miseria desde un despacho obligando a vender preferentes a las cajas de ahorros.

¿Qué debería ser prioridad a la hora de ser perseguido y que los culpables terminasen en la cárcel?
  1. Perseguir a los responsables del asalto a un centro comercial llevándose 1.000 euros en productos destinados a centros de acogida a los necesitados.
  2. Perseguir a los responsables del hundimiento de las cajas de ahorros españolas.

¿Quien provoca un escrache?
  1. Una mujer que busca la mayor notoriedad pública de sus problemas después de haber sido desahuciada.
  2. Un político que se niega a recibir a quienes han sido desahuciados de sus casas y sale del congreso sistemáticamente escoltado para no ser molestado por manifestantes indeseables.

¿Quien atenta contra la democracia?
  1. Un grupo de personas que ocupan la Puerta del Sol.
  2. Los políticos que acceden al poder con unas promesas en su programa y hacen lo opuesto.


¿A quien debería dársele el indulto?
  1. A un político que ha sido condenado por defraudar a hacienda o cohecho o malversación de fondos o prevaricación o tráfico de influencias.
  2. A una mujer condenada por robo al demostrarse que compró comida y pañales haciendo uso de una tarjeta de crédito que no era suya.

¿Qué acción fiscal crees que debe realizar primero este gobierno para ayudar a la sociedad española a salir de esta crisis?
  1. Rebajar el IVA de las obras de arte.
  2. Hacer que los autónomos pasen a pagar el IVA después de haber cobrado las facturas.

Si te ha parecido que cualquiera de todas estas preguntas tenía una única respuesta obvia, la opción 2  ¿porqué crees que estamos dejando que justo ocurra lo contrario? Para esta pregunta no tengo opciones, cada cual deberá contestar sinceramente con el corazón en la mano y plantearse si esto debe seguir siendo así.



Vigiladme

No siempre he sido crítico con la sociedad en la que vivo. En momentos anteriores di por bueno lo que había. Incluso llegué a pensar que se podía admitir que los políticos metiesen la mano en la caja si eran capaces de hacer que la sociedad avanzase en la dirección adecuada. ¡Qué gran error!

Así he pensado hasta que la verdad quedó desnuda ante los ojos de todos. Este modelo de sociedad no funciona. Ni es aceptable meter la mano en la caja ni los políticos están haciendo que la sociedad avance ni hacia donde vamos es la dirección adecuada.

Ahora soy muy crítico. Somos responsables de todo lo que nos ocurre. Aunque es cierto que los políticos han formado una casta no deja de ser una casta formada por personas surgidas de nuestra sociedad. Aunque es cierto que nos roban lo hacen en nuestras narices y no hacemos nada. Esta sociedad, pese a los importantísimos problemas que tiene, está narcotizada y adormecida.

Todo lo que no hice en el pasado lo estoy queriendo hacer ahora y me desbordan las ideas. Lástima no haberme dado cuenta 20 años antes. Pero aunque no pueda volver atrás lo cierto es que nada me impide ponerme a hacer las cosas que hay que hacer. La primera y más sencilla es asumir mi responsabilidad en todo esto y comprometerme a no volver a pecar de dejadez en mis obligaciones sociales. Y la segunda exigirle lo mismo a los demás.

Políticos, desde ya vigiladme, porque desde ya os estoy vigilando.







viernes, 24 de enero de 2014

Todos lo deberíamos saber

"Tengo derecho porque esto se paga con mis impuestos".

Mítica frase en esta España de gente cabreada, que ya no indignada. Viene a decirse cada vez que algo referente a un servicio público no funciona como uno espera. Se puede decir que ya forma parte del chascarrillo popular a la hora de hacer una reclamación sobre lo público. Pero ¿cuanto tiene de cierta la frase? Obviamente mucho, ya que lo público se mantiene con los impuestos que pagamos entre todos pero ¿cuanto creemos que pagamos y cuanto gastamos directamente?

Aunque existe el indicador de los ingresos medios por familia en España no usaré ese valor ya que me parece poco apropiado, usaré el indicado del salario más frecuente que es de 15.000 euros y supondré que la familia media española la forman 4 personas con 2 salarios. Se que no es el ejemplo perfecto pero sí me sirve para ilustrar estas cuentas que quiero exponer. En resumen, contamos con 2 adultos, 2 niños y 30.000 euros brutos.

El pago en impuestos directos de esos salarios es de un 24% así que sabemos que se pagarán 7.200 € por ese concepto. Suponiendo que el impuesto indirecto más común es el del IVA lo usaré y despreciaré los demás. La media del Iva es del 18% así que sabemos que al sobrante le descontaremos ese porcentaje, otros 4.100 €. Podríamos decir que la familia media ingresa 30.000€ anuales de los que paga 11.300 € en impuestos. Es muy a groso modo pero para el ejemplo vale. Es una pasta. ¿Pero para cuanto da ese dinero?

Pondré la directa. Esta familia media que he escogido tiene 2 hijos, ambos en edad escolar. Según el INE el coste medio de la enseñanza de un alumno de enseñanza primaria es de "sólo" 6.400 € anuales. Así que esta familia recibe en concepto de escolarización de sus hijos un importe anual de 12.800 €. Pagó 11.300 €. Podría decirse que ha recibido ya sólo en este concepto 1.500 € más de los que aportó. Y aun no hemos echado cuentas sobre todas las demás cosas.

No hemos contado el gasto sanitario, ni el de infraestructuras, ni el de seguridad, ni el de la propia administración ni el de... ni el de... ni el de... No hemos contado con casi nada y ya tenemos "déficit". Aun así pondré ejemplos de los costes de lo que gastamos y no sabemos.

  • El coste medio de una consulta de atención primaria es de unos 15 euros.
  • El coste medio de una consulta de atención especializada es de unos 130 euros.
  • Una simple visita a urgencias tiene un coste medio de 200 euros.
  • Un ingreso hospitalario tiene un coste medio de 5.000 euros.
  • Los datos no los tengo del todo claros pero 1 km de autovía parece ser que cuesta una media de 200.000 €.
  • La intervención de una unidad de bomberos para apagar un incendio casero supera los 800 euros de coste.
  • El último caza Eurofighter comprado superó los 122 millones de euros de precio.
  • El coste mensual en pensiones de cualquier tipo es de más de 7.000 millones de euros. Y suma y sigue.

Así que a la vista de estos datos ¿con cuanta legitimidad reclamamos entonces ciertos temas con la frase que expuse al inicio? Pues entiendo que legitimidad toda ya que los impuestos se basan en un sistema solidario en los que uno aporta en función de lo que tiene y aporta para todo, no sólo para lo que recibe directamente y aporta por todos, no sólo por si mismo. Es más, uno aporta sin saber si se beneficiará directamente de los servicios del estado (obviamente siempre nos beneficiamos).

Pero con estos datos queda claro que la familia media española recibe en proporción, directa e indirectamente, unos servicios con unos costes mucho más elevados que lo que paga en impuestos. Yo creo que no hay ninguna duda de esto que digo. ¿Pero qué ocurre con aquellas personas que superan con mucho esos ingresos anuales de 30.000€? ¿Aportan más de lo que directamente reciben? Pues es muy posible que sí. Por llevar el tema a un extremo un jugador de futbol que cobre 10 millones brutos al año cotizará casi 5 millones. Se tendría que pasar la temporada entera en un hospital o tener muchos hijos como para recibir en sus propias carnes la porción que aporta. ¿Pero si tenemos en cuenta todo ocurre lo mismo?

¿Cuanto cuesta mantener una sociedad donde es razonablemente seguro pasear por las calles sin miedo a ser asaltado por cualquiera en cualquier momento? ¿Cuanto cuesta contar con centros sanitarios en prácticamente cualquier lugar de la geografía donde nos atiendan en caso de urgencia en un tiempo razonable? ¿Cuanto cuesta gozar de un estado de derecho con un nivel de garantías como el nuestro? ¿Que precio tiene vivir en una sociedad que está incorporada a una sociedad como la europea? ¿Sabemos valorar lo que supone tener una sociedad como la nuestra?
 
Con esto no quiero decir nada especial pero creo que conviene que todos tengamos esto muy claro ya que a veces se nos olvida o no sabemos lo que nos cuestan estas cosas y cuanto podemos presumir realmente de lo que cada uno aportamos a este estado del bienestar. La frase "Tengo derecho porque esto se paga con mis impuestos" es cierta mucho más por pagarse esos servicios con los impuestos que pagamos entre todos que por los impuestos que pagamos cada uno. Eso es lo que conviene recordar siempre.

Y una vez dicho esto aquí dejo un cuadro que he encontrado por internet, recomiendo verlo ampliado para poder leer los detalles.




jueves, 23 de enero de 2014

El esfuerzo está sobrevalorado

Lo había logrado. Ya nunca más dudabían de él. Por fin había comprobado lo eficiente de sus teorías y que todos los métodos tradicionales estaban equivocados.

Años de trabajo y esfuerzo, meses esperando licencias, miles de horas rebuscando en viejos volúmenes de pergaminos enmohecidos, cientos de horas al sol en las excavaciones... todo aquello era esfuerzo ridículo e innecesario que los demás habían gastado. Nadie había conseguido tanto en tan poco tiempo y esfuerzo como él.

Sí, Deffelui había descubierto una pequeña mastaba junto a la pirámide escalonada de Saqqara que contenía una nueva estatua funeraria del dios Anubis en una postura jamás vista. Helmunt tenía el honor de haber recuperado más de 100 pergaminos del interior de una tumba saqueada por ladrones 2.000 años atrás en el Valle de los Reyes. Y Gonzalez había desenterrado el frontal de lo que parecía ser un nuevo templo a las afueras de Karnak, a orillas del Nilo.

Pero nadie, ninguno de todos aquellos eminentes egiptólogos había conseguido lo que él. Tan sólo le había costado 5 minutos, un par de clics en EBay y 50 dólares americanos aunque eso jamás lo revelaría. ¿Quien se iba a creer que le había resultado tan sencillo, cómodo y barato conseguir el carnet de la Antigua Biblioteca de Alejandría de Alejandro Magno?




sábado, 18 de enero de 2014

Cambio diputado por gato de la suerte chino

Lara Carbó, María Teresa de
Lassalle Ruiz, José María
López Iglesias, Germán Augusto
Ábalos Meco, José Luis
Aguilar Rivero, Rosa
Alegría Continente, María Pilar
Campuzano Canadés, Carles
Xuclà i Costa, Jordi
Riera i Reñé, Inmaculada
Nuet Pujals, Joan Josep
Ortiz Castellví, Laia
Sixto Iglesias, Ricardo

Son diputados del Congreso. Ellos deciden diariamente las leyes que regirán tu futuro mañana. A los diputados yo los veo como gatitos chinos de la suerte. En la lista hay tres populares, tres socialistas, tres nacionalistas catalanes y tres de la izquierda nacional. Si has votado en las últimas elecciones muy posiblemente lo hayas hecho a una de esas 4 corporaciones así que es posible que alguna responsabilidad tengas de que ellos estén ahí.

Pero lo cierto es que seguramente no te sonará ninguno, ni por asomo. ¿Tiene eso sentido? ¿Quienes son nuestros diputados? ¿Cómo sabemos cómo nos representarán si no sabemos quienes son ni qué tipo de vida llevaban antes de entrar en política? ¿Eran empresarios? ¿Trabajadores? ¿Funcionarios? ¿Han trabajado alguna vez? ¿Acaso sabemos lo que piensan sobre los temas que nos afectan? ¿Quienes de ellos apoyan la ley actual del aborto? ¿Quienes apoyaron la guerra contra Sadam? ¿Quiénes han estado en Bankia como asesores? ¿Cuales de ellos han apoyado indultos de compañeros sentenciados chorizos por los tribunales? Que no sepamos esas cosas significa que no hacemos nuestros deberes como ciudadanos.

Pero no todo es culpa nuestra ya que realmente de nada nos sirve conocerles o no. Nosotros no tenemos ningún poder de decisión sobre quienes han de ser nuestros representantes. Aunque en las papeletas de las elecciones nos presentan una lista con sus nombres de nada nos sirve. Los partidos pueden cambiar dicha lista a su antojo.  ¿Para qué nos van a decir nada si los diputados son meras herramientas de los partidos? Un ejemplo es la comunidad de Madrid. ¿Alguien votó al actual presidente de la comunidad o a la actual alcaldesa?



Volviendo a los diputados, no están ahí porque se hayan ganado a pulso la confianza de sus electores, están ahí porque alguien de su partido les quiere bien y les ha puesto en una buena posición dentro de la lista. Que tienen el puesto asignado a dedo, vamos. Y obviamente el favor de haberte conseguido un trabajo que no te has ganado tú si no que te han regalado hay que devolverlo en forma de apoyo incondicional al partido. Aunque legalmente los diputados tienen libertad de decisión sobre sus votaciones el 100% ejercen como meros ejecutores de las órdenes del partido ya que si no lo hacen son sancionados y sus partidos pueden decidir expulsarles sin más. Así que como ni los elegimos nosotros ni votan en conciencia ¿Qué más nos da el tipo de personas sean y lo que hagan en el Parlamento?

Y ahí es donde llega la explicación de lo de los gatitos chinos. Seguro que sabes al tipo de gato al que me refiero. Son esos gatos dorados que suelen estar en las tiendas dirigidas por chinos. Esos gatos se pasan la vida subiendo y bajando la patita intentando atraer la suerte del dueño del negocio. Da igual que sea un hombre bueno o un auténtico crápula, el gatito se pasa el día subiendo y bajando la mano buscando la riqueza para quien lo puso allí. ¿No me digas que no te recuerdan a un diputado español? No piensan, no hablan, no razonan... se  limitan a estar presentes y hacer su labor, cumplir las expectativas de sus dueños. La única diferencia es que a los diputados se les pide que pulsen botones pero tampoco es que lo tengan que pensar demasiado. Se les dice el color y ellos, obedientes, suben y bajan la mano para pulsar el botón que toca. Luego se van a casa contentos por haber cumplido con su cometido para con el partido.

Para los que como yo no creemos en eso de la buena y la mala suerte tener en casa un gatito chino moviendo el brazo mecánicamente es un absurdo. Hace tiempo que tener diputados me parece exactamente lo mismo.






jueves, 16 de enero de 2014

Pares o nones

La pasada noche soñé con cosas de mi infancia. Soñé que volvía al parque a jugar al fútbol con los amigos del barrio. El sueño, como todos, se nutría recuerdos de aquella época. Algunos recuerdos del sueño eran especialmente veraces. Por ejemplo en mi sueño había que formar dos equipos entre todos los chicos y así se enfrentaba amistosamente medio barrio con el otro medio.

 La manera más sencilla para hacer los equipos era que dos chicos de la pandilla de nivel futbolístico semejante echaran pares o nones para ver quién de los dos elegía primero. Tras la primera elección el turno pasaba al otro chico, así alternativamente uno y otro iban eligiendo sus equipos. Esto hacía que los equipos estuviesen equilibrados con un mínimo de ventaja para el vencedor de los pares o nones ya que podía elegir el primero, con lo que se llevaba al mejor jugador del barrio. En la realidad este sistema, aunque daba algo de ventaja al equipo del que primero elegía, era el sistema más justo de repartir de manera rápida y sencilla a todos los jugadores.

Pero en mi sueño apareció un chico nuevo llamado Lucas. Era un chico bien parecido, fuerte, alto, bien valorado por el resto y que además disponía de la mejor pelota del barrio, la más bonita, incluso era “oficial”. En mi sueño Lucas decidió cambiar las normas, dado que él ponía la pelota él debería ser siempre el primero en elegir. El resto de amigos, tentados por jugar con un balón  reglamentario” y gozar de la compañía de Lucas aceptaron dichas reglas aunque eso suponía que él tenía siempre más opciones de participar en el equipo más potente. No parecía un gran sacrificio ya que la otra opción era dejar de ser amigos de Lucas y de todos los demás y jugar como mucho con un balón de Nivea o una pelota que botaba como si llevase dentro un saltamontes. Así que todos los del sueño aceptamos, al fin y al cabo seguía siendo el mismo sistema de siempre, sólo había que esperar a que Lucas nos eligiese dentro de su equipo de vez en cuando para poder gozar de esa ventaja. Pero al poco tiempo aquello no fue suficiente para él y decidió que la manera de elegir a los jugadores, en vez de alternar con cada elegido, se alternaría cada tres elecciones. Así él, que siempre escogía primero, se aseguraría siempre que los tres mejores jugadores estarían siempre de su lado. Los tres mejores jugadores también apoyaron dicho cambio, se sabían los mejores y el sistema les aseguraba formar parte del equipo más potente. Pero algunos de los jugadores más patosos, quizás los más inteligentes, se plantaron. En semejantes circunstancias no merecería la pena jugar. Una cosa era aceptar ciertos privilegios injustos pero que garantizaban jugar con un buen balón y otra era que siempre ganasen los mismos.

La cuestión es que los amigos más torpes plantearon que o Lucas aceptaba que las normas volvieran a ser las primeras o se habría acabado lo de jugar al fútbol y ya veríamos si él y los demás eran aceptados en los nuevos juegos que ellos pondrían en funcionamiento. Habían decidido que ya no era divertido jugar al fútbol y amenazaron con abandonar el deporte rey por una partida a Tierra, luego una al escondite y más tarde a una carrera ciclista con chapas recogidas por los bares del barrio. Para el que no sepa cómo se juega a dichos juegos… lo siento por su niñez.

Al despertarme descubrí que algo parecido a eso es lo que ocurre en política. Nos han cambiado las reglas. Ha llegado el político guapo y rico y ha hecho que lo que en un principio era un juego de todos y para todos haya pasado a ser un juego de unos pocos, muy pocos. Tan pocos que tienen asegurado estar siempre jugando en política con ventaja sobre los demás. Y es tanta la ventaja que aunque entre ellos se peleen por dirigirnos les sigue saliendo rentable participar incluso como oposición. Esos pocos han restringido la forma de poder acceder a la política. Ellos eligen a quienes pueden participar y ellos ponen las reglas del juego. Y al que no le gusta y se queja de las reglas del sistema le señalan desde el poder y con dedo acusatorio les exponen ante la opinión pública acusándoles de “antisistema”. ¿Qué puede ser si no alguien que no apoya el sistema que “entre todos” nos hemos impuesto? Si no estás con Lucas estás contra Lucas.

Ahora, en el mundo real, yo soy del grupo de los torpes y como los del sueño me planto. Con esas condiciones, yo lo siento, pero no juego. No quiero participar. Por supuesto que me preocupa cómo saldrán los resultados de las próximas elecciones pero no quiero apoyar con mi participación un sistema que claramente no respeta el ideario por el que todos lo apoyaron en su día. No participaré en unas elecciones que no sirven para aquello para lo que todos las hacemos.

Ahí se terminó el sueño, y muy a mi pesar no sé si Lucas terminó aceptando o no, pero ese sueño me ha servido de inspiración para este artículo. Me he pasado el día viendo noticias sobre el bario de Gamonal en Burgos, donde los vecinos se han estado enfrentando con palos y piedras a las fuerzas de seguridad del estado para demostrar que no aceptan lo que su ayuntamiento les quiere imponer. Palos y piedras. Esta noche espero volver a soñar con Lucas.







jueves, 9 de enero de 2014

Un no se qué un que se yo

La cuestión es que había conseguido llamarle la atención más de lo que ella habría deseado en un principio. No es que le hubiese sobornado a base de regalos ni que le hubiese propuesto un bonito viaje a alguna isla del mediterraneo como hacían otros pero sus maneras habían conseguido que se rompiesen las barreras mentales que creía sólidas e imbatibles. Bueno, sus maneras, y que el chico estaba realmente bien y que desde su cornuda ruptura con Jose Luis, hacía ya casi un año, no se había vuelto a ver en una situación como aquella. Por norma los que la iban a visitar solían ser bien parecidos, con impolutos trajes y su lección de verborrea bien aprendida, pero aquel chico tenía "un no se qué un qué se yo" que había hecho que se pasase la tarde tratando de olvidarle  para recordar todo lo que sabía que no podía dejar de hacer.

Estaba segura de que habría reencuentro en los próximos días, él había quedado en traerle "alguna cosilla", algún regalo de promoción, pero Noe ya sabía que por culpa de aquel chico, desde mañana mismo, empezaría a recetar su nuevo medicamento que seguramente sería más caro y no necesariamente mejor que los anteriores, pero es que ¡estaba tan bueno aquel comercial...!






miércoles, 8 de enero de 2014

¿A quien vas a votar?

La pregunta ha salido estas navidades en una cena con amigos. Curiosamente me la hicieron en una cena de amigos de manera directa con lo que había pocas posibilidades de escurrir el bulto y no contestar, algo muy típico por estos lares. La contestación fue sencilla: “A nadie, no voy a votar”.

Mi respuesta creo confusión ya que tradicionalmente he sido considerado entre mis amistades como una persona muy comprometida con mi responsabilidad de ejercer el voto. Así que tuve que dedicar unos cuantos minutos a explicar mi contestación.
Si me preguntaron a quien voy a votar es porque mis amigos tienen la sensación de que nuestra decisión de voto tiene repercusiones en el devenir futuro de todos. Eso hasta cierto punto puede ser correcto pero  desde hace tiempo me vengo preguntando ¿seguro que es así? Sí, votamos porque eso es lo que se hace en una democracia pero ¿es esto una democracia?
Quino ya lo vio el siglo pasado, un genio
  • Democracia: Sistema de gobierno en el que el poder recae sobre el pueblo.
  • Democracia representativa: Sistema de gobierno donde el poder recae sobre el pueblo, quien delega en personas que previamente han sido elegidas por sufragio universal para que les represente en los órganos de decisión.

Vamos a obviar el crucial hecho de que España sea una monarquía, sí, se que es otro de los problemas principales pero esto es un blog y no un libro. Ya meteremos mano a ese tema más adelante en futuras entradas. Sorteado este escollo veamos que ocurre en nuestra sociedad.
España tiene un sistema democrático de representación, es decir, en teoría los españoles ostentan el poder de lo que quieren que se haga en el país pero para facilitar la gestión votan a políticos que los representen. Dichos políticos obtienen dicho voto en unas elecciones generales a las que se puede presentar cualquier ciudadano español. Los candidatos se presentan con un programa y los votantes les eligen en función de éste. Así uno supone que cuando vota a un político lo hace porque su programa es el que más se ajusta a aquello que uno quiere que se lleve a la práctica en todo el país.
Pero eso es la teoría. La realidad es que eso no ha sido así nunca. Veamos por qué:
1    Un español no se puede presentar de manera independiente para ser elegido por el resto de españoles como su representante. Sólo lo puede hacer por medio de un partido político. Por ende un español no puede elegir quien quiere que lo represente ni puede presentarse de manera individual.

2.       Los partidos políticos crean listas de candidatos cerradas. Aunque fuesen abiertas el problema sería el mismo ya que las listas tienen un orden de preferencia donde el primero de la lista accede antes que el segundo. De esa forma son los partidos los que también determinan a quien se puede elegir como representante.

3.       Una vez realizada la elección los partidos pueden realizar cambios en la lista, sustituyendo a su discreción a los miembros. Esto hace que aunque uno vote una lista por apoyo a determinado miembro de la misma el partido lo puede sustituir sin que el votante pueda retirar por ello su apoyo.

4.       Pese a que un partido se presenta ante los votantes con un programa éste no es de obligado cumplimiento para los políticos elegidos. Los políticos son libres de llevar a cabo o no aquello que ofrecían en su programa. Incumplir el programa no tiene consecuencias de ningún tipo.

Con esas premisas es fácil concluir que uno no goza de democracia. Sí, el pueblo tiene el poder de votar cada 4 años pero si a quien elige puede ser sustituido por cualquier otro, si el programa por el que fue elegido se puede cambiar sin consulta previa y si el político no tiene porqué responder ante sus electores ¿sigue siendo el pueblo en donde reside el poder? ¿O reside en el político? ¿Seguro que se está cumpliendo con la definición de democracia? Yo defiendo que no, nunca hemos sido una democracia, como mucho admito que somos una plutocracia. ¿Porqué? Definamos plutocracia.
  • Plutocracia: Sistema de gobierno en el que el poder recae sobre las clases sociales con mayores riquezas económicas.
La plutocracia no es democracia
 ¿Qué hace que una democracia teórica se convierta en una plutocracia real? Sencillo. La diferencia de poder económico de las distintas clases sociales, la existencia de los partidos políticos y la falta de responsabilidad de sus miembros.
He dicho que los políticos no se pueden presentar de manera individual como candidatos a representantes de los ciudadanos. Un aspirante necesita de un partido para poder hacerlo. Estos partidos defienden unas ideas que pueden beneficiar o perjudicar a distintas clases sociales. Así un partido conservador liberal beneficiará los privilegios de las clases ricas que ya tienen el dinero y a las que cuanta mayor libertad tengan para ejercer su poder económico mejor les irá. Mientras que un partido reformista social las perjudicará ya que en su ideario tratará de cambiar la situación buscando un mayor reparto de las riquezas para lo que necesita tener mayor control sobre las mismas, malo para el rico.
Debido al enorme poder que pueden llegar a tener, los partidos desarrollan unas descomunales estructuras que requieren a su vez ingentes cantidades de dinero que los mantengan. ¿De dónde sale ese dinero?
Parte sale de los presupuestos generales del estado, un partido recibe un dinero anual por cada voto y escaño conseguido en la anterior elección. Se suponía que con esta práctica se dotaba de ciertas garantías de pluralidad al sistema, todos los partidos contaban con algún tipo de financiación. Se suponía que al tener una financiación los partidos quedarían libres de convertirse en rehenes de las grandes fortunas y lobbies de poder al necesitarles como financiadores. Pero la ambición sin límite de nuestros políticos hace que la financiación  pública no sea suficiente busquen dinero bajo las piedras. Por ello se entregan a las más variadas técnicas de captación de finanzas. Donaciones particulares, privadas, públicas, anónimas, dinero negro, compra de contratos, asignaciones de contratos a dedo… la necesidad económica de los partidos ha derivado en la mayor variedad de prácticas corruptas de nuestra historia.
Así que con todo esto sobre la mesa vemos que los partidos ansían el apoyo económico de las grandes fortunas ya que de no ser así sufrirán una gran desventaja con los demás. Esto hace que el partido perjudicado busque conseguir ese apoyo de la manera que sea. ¿Qué interés pueden tener los ricos en entregar su dinero a los partidos que proponen políticas que les perjudican? Sencillo, con ello aspiran a conseguir clientelismo por parte del partido apoyado y con ello que cambien dichas políticas por otras que no les perjudiquen. ¿Y si eso no lo consiguen? Sencillo también, por el mismo clientelismo buscan conseguir que el dinero con el que financian al partido les sea devuelto incrementado con la contratación de sus empresas por parte del estado a cambio de servicios con los costes engordados que les hagan aun más ricos. Entregan su dinero con la intención de obtener un beneficio, ya bien sea legal o económico .

Así que mientras que los partidos con propuestas favorables a los intereses de las grandes fortunas tienen asegurado el apoyo económico de estas, los partidos con propuestas favorables a los intereses de las clases menos pudientes terminan amoldando sus propuestas o sus actividades para conseguir igualmente su apoyo económico. Al final todos los partidos políticos tienden a ajustar sus políticas a las preferencias de los poderes económicos llegando a incumplir los programas por los que fueron elegidos por sus votantes, acto que no tiene ninguna repercusión para el que incumple su palabra dada.
Tenemos partidos que velan por los intereses de la oligarquía monetaria y partidos que exponen ante sus electores programas que supondrán reparto de la riqueza mientras que practican políticas que van en el sentido opuesto, beneficiando así a esa misma oligarquía.
¡TACHAAAAAN! Ya tenemos una plutocracia. Hemos cambiado democracia por plutocracia en 4 sencillos pasos. Y ¿qué sentido tiene votar en una plutocracia? Ninguno. Así que ¿para qué ir a votar? ¿Para reforzar la idea de democracia? No gracias.